Reseña de Buddy Daddies

¡Hola, hola!

Vengo a reseñar un anime que lo ha petado en cierta parte de las redes sociales, pues se sale de lo normalmente visto. Terminó hace dos semanas, pero como la semana pasada me di un descanso del blog por Semana Santa, la traigo ahora xD

Porque al final esa semana de descanso no ha sido tan productiva como me hubiera gustado, pero bueno, no todo se puede en esta vida xD

¡Spoilers dentro!

Nombre: Buddy Daddies.

Géneros: Comedia, recuentos de la vida, acción, drama.

Episodios: 12.

Argumento: Dos asesinos a sueldo verán sus vidas trastocadas cuando les toque cuidar de una niña de cuatro años juntos. Para más inri, es la hija bastarda del mafioso al que acaban de meter un tiro entre ceja y ceja.

Opinión: ¡Una reseña y muchos spoilers!

Hice una entrada contando mis primeras impresiones nada más ver los tres primeros capítulos de este anime de la temporada de invierno. Al principio solo llamó la atención por ser una copia homosexual de Spy x Family a simple vista, pero luego demostró que era más que eso.

Los tres primeros capítulos nos presentan un poco a los tres personajes principales más Kyutaro, el dueño de la cafetería donde van nuestros dos protagonistas a pedir misiones.

De Rei sabemos que es el primogénito y heredero de la familia Suwa, un linaje dedicado a los negocios sucios, de asesinos a sueldo. Es el que más y mejor entrenado está de los dos y es el que se encarga de ejecutar las misiones. A lo largo de toda la serie podemos ver su situación familiar y lo mal que lo pasó en su infancia, forzado a recibir un entrenamiento inhumano para su edad. No se le permitió ser un niño ni tampoco un adolescente, hacer cosas mundanas y normales para cualquiera su edad. Pero gracias a Miri, puede experimentar por primera vez cosas infantiles, cosas que se le fueron negadas. Con ella pudo sacar a su niño interior, ese que todavía seguía dormido.

De Kazuki sabemos que es la mente maestra de cada misión, el que las recibe, las planea, investiga y prepara todo para que salga al dedillo. Aunque muchas veces sus planes se arruinan por cosas imprevisibles como una niña de cuatro años que se cuela en un evento de Nochebuena buscando a su padre biológico. Más pronto que tarde nos enteramos de su historia, del pasado que intenta ocultar tras su sonrisa y actitud alegre. El pasado que vuelve lo hace en la forma de su cuñada, la hermana de su difunta esposa. Kazuki estaba a punto de ser padre, de formar una familia con una mujer estupenda y de la cual no sabía de su trabajo. Y por culpa de ese trabajo, ella y el bebé murieron durante una explosión en medio de una misión. Y Kazuki todavía se siente culpable. No cree que la felicidad que está sintiendo con esa nueva familia que está formando se la merezca. Pero ahí está su cuñada para hacerle ver que su hermana querría que él fuera feliz.

A pesar de que sus vidas se ponen patas arriba con la llegada de Miri, también les trae un amor diferente que no habían sentido, en el caso de Rei, o que no habían podido llegar a sentir, como Kazuki. Y es que esta serie no escatima en capítulos dedicados a Miri, a su cuidado por ser tan pequeña y un terremoto, a los difíciles y tediosos trámites burocráticos para solo inscribirla en una guardería hasta sentir frustración por ver que su niña no se adapta del todo al principio.

Pero los productores no nos dejan olvidarnos que ellos tienen un trabajo turbio, uno muy peligroso de los bajos fondos, donde tener una familia y sentimientos distintos a matar y frialdad por la muerte. El problema está ahí, el drama está latente en sus vidas. Incluso Kyutaro les avisa que es mejor no encariñarse demasiado con la niña, sobre todo cuando su verdadera madre está viva y que algún día puede volver para llevársela. Porque a su compañero de trabajo le encargan que vigilen a Kazuki y a Miri. ¿Quién? El padre de Rei, que quiere que su hijo deje de jugar a las casitas y herede el negocio familiar. Dos frentes se abren, la madre de Miri y la amenaza del patriarca Suwa.

Este anime en un momento estás riendo por las ocurrencias de Miri y en el capítulo siguiente, llorando a moco tendido por la emotividad que le meten en muchos aspectos que lo requieren.

La patata se me rompió en el capítulo en el que Rei y Kazuki sienten ese vacío. Y bueno, los momentos de antes de la separación. Puñalada directa al corazón de Annie T-T

Durante varias semanas los espectadores sufrimos por el final de este anime. Porque tenía todas las papeletas de tener un final lleno de drama y tristeza, porque se prestaba a eso. Pero el final te deja el corazón blandito. Al menos, para mí lo fue.

¿Rei y Kazuki son pareja al final? Para mí, está abierto a interpretación. Por una simple frase, no se van a cerrar las puertas en un posible futuro. Eso ya queda a opinión de cada persona.

La animación es bastante buena, a pesar de que algunas situaciones sean de lo más absurdas, lo que más triunfó en mi fue la música. El opening y el ending son una delicia. Sus letras están abiertas a interpretación también, pero tienen algo que enganchan. Por esa parte no tengo ninguna queja. Quizás sí sea que en realidad nos dieran doce capítulos en lugar de los trece que en un principio se había especulado. Pero bueno, mi gozo en un pozo xD

Es un anime que retrata situaciones familiares que muchas personas pueden sentirse identificadas al estar a cargo de niños. A muchas personas no le gustaron la actitud y lo irritante que es Miri. Y yo creo que eso también es una buena señal, porque han sabido captar la exasperación que puede llegar a ser una niña de cuatro años que sea igual de traviesa que Miri.

¿La recomiendo? Por supuesto. La premisa de por sí es llamativa, pero la forma de desarrollarlo es lo que engancha. Las risas están aseguradas y los llantos, también. Y tampoco podemos olvidar que se trata de una familia poco convencional. A pesar de que los padres no sean pareja, sigue siendo una situación familiar muy concreta y curiosa. Merece la pena. Mucho.

Por eso es una pena que no tengan planes de hacer una segunda temporada. Si bien es cierto que el final es bastante redondo, quedan ciertas cuestiones abiertas y que se podrían explotar en un futuro. Pero claro, las segundas partes nunca han sido mejores que las primeras y para arruinarlo en la segunda, mejor estarse quietos.

Porque lo bueno, si breve, dos veces bueno.