CAPÍTULO EXTRA
—No te separes de mí.
—Oh, ¿me vas a proteger entre todo este
gentío? —sonrió con malicia.
Scotty resopló y aceleró el paso. Celia se
rió ante su reacción.
—Podemos ir de la mano si así te sientes más
seguro —la profesora del Raimon le tendió la mano.
El hombrecillo más bajo del grupo boqueó como
un pez, pero terminó cediendo, cosa que hizo sonreír a Celia.
—Por favor, pínchame los ojos —pidió Jude a
David, que estaban justo detrás de los dos tortolitos.
—Déjalos, ¿no ves que solo están empezando?
—sonrió David, viendo sus ojos sin las gafas—. Se están tomando su tiempo.
—Hazlo. Antes de que cambie de idea. O la
mano de Scotty o mis ojos.
—Ya sabes que prefiero proteger tus bonitos
ojos —soltó el hombre del parche, dándole una palmada en el hombro y llegando
hasta sus dos amigos.
Jude parpadeó varias veces antes de colocarse
de nuevo sus gafas. Luego, alcanzó a los otros tres.
—¿Dónde están los demás? —preguntó Jude con
tono casual.
—Annie me dijo que ya estaban dentro del
estadio —respondió Celia.
—¿Pero están con Mark e Isabelle? —quiso
saber Scotty.
—¿No dijeron que querían intentar ver a los
abanderados antes de la ceremonia? —recordó David—. No estarán intentando
colarse, ¿no?
—¿Tú qué crees? —se rió Celia—. No serían
ellos si no intentaran algo ilegal. Annie me dijo que si me enviaba una foto
con Isabelle, entonces significaba que habían tenido éxito.
—Pero Yeidi es la esposa, ¿a ella no la
dejarán entrar? —se preguntó Jude.
—Ni idea —respondió Scotty—. Tampoco es que
me importe mucho. Más diversión si terminan en una cárcel inglesa —soltó una
risita maliciosa.
Scotty chocó con otra persona por estar
distraído en su regodeo maligno.
—¡Perdona...! —se encargó de sujetarlo por el
hombro para que no se cayera—. Un momento... ¿Banyan?
—¿Quién pregunta? Oh, pero si eres el portero
chungo de la Royal Academy Redux. El león melenas.
—Joseph King —le recordó Celia amablemente.
—Joe, hola. Cuánto tiempo —sonrió David.
—Enhorabuena por la convocatoria en la
selección —felicitó Jude.
—Muchas gracias. Pero es una pena, creía que
al menos tú estarías dentro, Jude.
—No se dio la ocasión —se encogió de hombros.
—Eso mismo me ha dicho Yuuto al no verla en
la selección.
—La Resistencia absorbió a mi hermano por
completo —comentó Celia.
—Ah, sí. La Resistencia y todo eso de la
revolución. Menuda habéis montado.
—¿Qué haces tú por aquí? ¿No tendrías que
estar preparándote? —preguntó Scotty.
—He salido a tomar el aire. Hay mucho jaleo
entre bambalinas —bromeó—. Aunque he hecho bien en salir.
A nadie se le escapó la mirada discreta hacia
David.
—Así que estabas ocupado salvando el fútbol
juvenil, ¿eh, Samford?
David conectó su mirada con la de King.
Estuvieron dos segundos en silencio.
—Ha sido una época movidita, llena de
emociones nuevas.
—Entiendo —asintió antes de dibujar una
sonrisa deslumbrante—. Espero que disfrutéis del espectáculo, chicos. Me
gustaría ver también a los demás, a poder ser. Si estáis vosotros aquí,
entonces los demás también.
—A lo mejor después de la ceremonia puedes
escaparte —sugirió Scotty.
—Disfruta, Joe —se despidió Celia.
—Hasta luego —Jude cabeceó a modo de
despedida.
—Vale, ¿qué demonios ha sido eso? —Scotty se
encaró directamente a David, con los ojos bien abiertos.
—¿A qué te refieres? —le miró David.
—¿No habéis sentido esa tensión? —miró a sus
amigos en busca de apoyo.
—Tiene que ser David quien dé explicaciones
—Celia se encogió de hombros.
Jude miró directamente al hombre del parche.
—Pasábamos el tiempo juntos, cuando él
todavía estaba en la ciudad —explicó sin darle mucha importancia—. Ya sabéis,
conociéndonos. Me pidió una oportunidad y yo se la di.
Celia miró de reojo a su hermano mayor.
—¿Y luego? —insistió Scotty.
—Luego Joe se fue a seguir su carrera
futbolística y el resto es historia. Tampoco nada interesante —entonces
parpadeó en dirección a Jude—. ¿Acaso estás celoso o qué?
—No. Siempre supe que despertabas pasiones
entre nuestros amigos.
David se rió.
—Vaya, gracias.
—Ahora, un beso para celebrar que Joe se fue
justo a tiempo —se mofó Scotty.
—Nunca fue un obstáculo real —reconoció David
sin vergüenza alguna—. Creo que él siempre lo supo. Pero sí que te acepto ese
beso.
Jude no dudó en besar los labios de su novio.
—¡¡¡LO SABÍA!!!
La pareja se separó de golpe por el grito de
Guille, asustados. El español seguía chillando como un loco diciendo que lo
había sabido todo ese tiempo mientras sus amigos terminaban de reunirse con
ellos.
—Y una mierda —Andrea le calló de un
coscorrón en la cabeza—. Si lo hubieras sabido, lo habrías anunciado a los
cuatro vientos mucho tiempo antes.
David y Jude recibieron muchas felicitaciones
de sus amigos, mientras se iban dirigiendo al recinto ceremonial. Allí, en el
Estadio Olímpico de Londres, serían testigos de la ceremonia de apertura de los
Juegos Olímpicos de 2012, donde Mark Evans e Isabelle Trick eran los
abanderados de Japón.
Cortito, sí, pero por fin he confirmado un romance que llevaba toda la temporada dándole vueltas y dejando pistas xD Ya era hora, ¿no?
Creo que no es un secreto que gracias a la persona detrás del personaje de Andrea fue que empecé todo este periplo. A ella, a Guille y a sus blogs de Inazuma Eleven. Es por eso que han sido los únicos que han tenido líneas en este extra. Aunque en un principio iban a hablar todas, pero entonces decidí que quería que fuera un extra corto xD
Allá donde estéis ahora mismo, muchas gracias por todo.
¡Y a vosotros también! ¡Espero volver pronto con más locuras de Las Fieras Nocturnas!
¡Hasta la próxima!
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