CAPÍTULO 12- EL PODEROSA FE
—Pretendo acabar con el Sector Quinto, pero no voy a obligaros. No os
reprocharé la decisión que toméis sea cual sea. Mañana os espero en el campo.
Arion todavía seguía dándole vueltas a las palabras de Andrea. Y también a
las del entrenador Evans. ¿Qué era lo que él quería? ¿Qué era lo que le pedía
su corazón? Estaba claro que su amor por ese deporte se rebelaba cada vez que
pensaba en dejarse llevar por la corriente actual de manipulación.
Una cosa estaba clara: Arion quería jugar. Sin más.
—Bueno, os dejo, que yo tengo que ir con los chicos —anunció Estela.
—¿Eh? ¿Esta vez sí que vas a estar presente en el banquillo? —preguntó
Joss.
—Sí —sonrió la peliazul—. Con Victor en el equipo, es mejor que yo también
esté por si las moscas. Nos vemos —se despidió antes de irse corriendo.
—¿Nos dará tiempo de saludar a Mark? —preguntó Einar.
—Puede que si llegamos antes que ellos, tengamos la oportunidad de pillarle
antes de que entren al vestuario —dijo Annie con una sonrisa animada—. Por fin
podré ver al Raimon de nuevo en acción.
—Pues no esperes demasiado con el panorama de ahora —contestó Andrea.
—No seas pesimista, H, tienen que ganar.
—Pero tienen al enemigo en su propio equipo, Guille. Victor es un imperial
con órdenes de evitar que se salgan de los planes establecidos del Sector Quinto.
Saki y Ken intercambiaron miradas. Todavía no sabían cómo digerir la
noticia del joven Blade. Se habían planteado comentarle algo a su hermano
mayor, pero después decidieron que era mejor esperar hasta después de su debut
en el campo. Sin embargo, estaban preocupados. ¿Era porque tenía doble rasero
en cuanto al fútbol o había una razón de peso?
Mientras tanto, Andrea comentaba con Rubén y Silvia las dudas que había
tenido Arion.
—Ese niño tiene un corazón bastante grande. Y es un completo ingenuo
también, pero sabrá elegir de la mejor manera —comentó Rubén.
—Esperemos que todo salga bien —sonrió Silvia algo preocupada.
Ya en el instituto de sus rivales, el grupo de amigos llegó a alcanzar al
equipo del Raimon antes de que entraran en los vestuarios. Saki y Ken dejaron a
un lado sus preocupaciones y se centraron en saludar alegremente a su antiguo
amigo y compañero de aventuras futbolísticas. Victor intentó no verse demasiado
impresionado y afectado al verlos por allí. Pero no podía echarse atrás. Las órdenes
eran órdenes y él tenía una meta que conseguir.
Andrea, Silvia y Rubén saludaron a Arion y le dieron ánimos. También lo
hicieron con los demás, que no parecían demasiado animados con el partido.
—Qué poca sangre tienen, por favor —murmuró Estela.
Celia tan solo asintió con gravedad.
—¡Dentro de poco comenzará el siguiente partido clasificatorio de la zona
este A del torneo Camino Imperial!
El público vitoreó ante el anuncio del comentarista Charley Horse. Ambos equipos
ya habían saltado al terreno de juego. Doug no estaba entre los del Raimon.
—Qué atmósfera más deprimente —comentó Jade Green.
—¿Así podrán jugar el partido? —se preguntó Skie Blue.
—Entrenador, nosotros pensamos obedecer completamente las órdenes del
Sector Quinto —anunció Subaru Honda—. No queremos que nos quiten la posibilidad
de jugar al fútbol.
—¿Qué vas a hacer tú, Arion? —preguntó Mark.
—Lo he pensado mucho. He pensado y pensado. ¡Pero aun así sigo queriendo
jugar al auténtico fútbol…! Pero yo solo no puedo, necesito a los demás. A todos.
Esas palabras sorprendieron a Riccardo.
—Quiero jugar al fútbol, al auténtico fútbol con todos los del Raimon. Por favor,
luchemos contra el Sector Quinto.
—¡Yo también lucharé! —declaró JP con una gran sonrisa.
Mark, Celia y Estela miraron a los dos líderes del equipo. Samguk y
Riccardo asintieron.
—Está bien. No me dejáis otra —intervino Gabi, con cara más bien de
resignación—. Riccardo, yo también estoy contigo.
—Gracias, Gabi —le sonrió.
Victor aparcó de su mente el hecho de que Saki y Ken estaban allí y dijo:
—No lo olvidéis. Las órdenes del Sector Quinto son cero a uno, pierde el
Raimon.
—Nunca mentiré al fútbol —dijo Arion seriamente—. Esa es mi decisión.
El maldito niño siempre estaba en medio cuando se trataba de que la gente
se rebelara contra el Sector Quinto. Pero con él jugando ese partido, se acabaría
tanta tontería. Aun si después tuviera que tener una charla desagradable con la
pareja de voluntarios de la ONU.
—Escucha, como intentes ganar, yo mismo te detendré. Porque pienso proteger
mi fútbol.
—Pero Michael… —Arion estaba consternado por la agresividad del chico.
—Arion… —JP se acercó preocupado.
—Seguiremos solos —zanjó Riccardo, pasando por al lado de ellos dos.
—¡Sí!
—Cuánto tiempo sin vernos, Victor.
El capitán del Poderosa Fe, Infinity Beyond, se acercó al muchacho,
saludando con una sonrisa torcida.
—Me imagino que sabrás las órdenes del Sector Quinto, ¿no?
—Por supuesto.
—A ver si es verdad.
—El capitán del Poderosa Fe se ha acercado a hablar con Victor… —observó
Andrea—. ¿También es un imperial?
—Me pregunto cuántos imperiales habrá en el equipo —murmuró Guille.
—Esperemos que sea solo uno —deseó Joss—. Porque si el capitán se saca un
Espíritu Guerrero, estamos bien jodidos. El único con Espíritu Guerrero es
Riccardo y todavía no parece haberlo dominado del todo.
—Y también Victor, pero claro, es un imperial —añadió Annie.
—Hay que tener fe —dijo Silvia, muy segura—. Con Mark dirigiendo al equipo
y Riccardo siendo el capitán, seguro que lograrán pasar.
—Con la fuerza de su amor por el fútbol, por supuesto —ironizó Rubén,
ganándose una mala mirada de su novia.
—¿Qué deberíamos hacer? Tendremos que hablar con Vlad sobre esto, ¿no? —bisbiseó
Saki a Ken.
—Primero esperemos a ver qué hace Victor. Luego tendrá que explicarnos bien
su razón de actuar.
—Esperemos que sea una de gran peso.
—El Poderosa Fe ganó el primer partido eliminatorio con una goleada gracias
a su fútbol ofensivo —informó el comentarista a modo de presentación—, cuyo
centro ocupa su capitán Infinity Beyond. ¿Cómo se enfrentarán al instituto
Raimon? ¡El Poderosa Fe saca de centro y comienza el partido! ¡Oh! ¡El
debutante Victor Blade hace un robo magistral nada más comenzar y se hace con
el balón! ¡Pero a su encuentro va el capitán del Poderosa Fe, teniendo un duro
duelo cuerpo a cuerpo! ¡Ojo! ¡Victor se libra de la entrada y manda un pase
atrás…! ¡G-gol, gol…! ¡Es increíble! ¡El Raimon acaba de ponerse debajo del
marcador por un gol en propia puerta!
—Santa mierda, ni siquiera se molesta
en disimular —gruñó Rubén en español.
—¿La gente puede ser tan tonta como
para no darse cuenta de que ha sido a propósito? —Joss siempre se
sorprendía de lo ciega que era la gente.
—Con razón el Sector Quinto todavía
hace de las suyas —comentó Guille.
Mientras tanto, Annie observaba con sorpresa el miedo que podía dar Einar
con su cara de mala hostia. Como que no le había hecho gracia lo de Victor,
vaya.
—Ni siquiera le importa que estemos aquí, viendo el partido —Saki negó la
cabeza con decepción.
—¿Y si no nos ha visto?
—¿Cómo no va a vernos? —la rubia miró mal a Ken—. Tú mismo has visto la
cara de susto que ha puesto durante un momento. Pero igualmente, hace como si
nada. Qué poca vergüenza tiene el chaval.
Ken miró a Victor, dándose cuenta de que el capitán del Poderosa Fe se
acercaba de nuevo a él. Frunció el ceño. Desde luego, no le gustaba lo que estaba
viendo.
—Oye, no me des esos sustos —Beyond se veía aliviado—. No ha estado mal. Déjanos
el resto a nosotros. Hay que repartir la diversión entre los demás, ¿no crees?
Victor sonrió antes de contestar:
—Suena divertido. Voy a echar un vistazo a ver cómo hacéis para destruir al
Raimon.
Estaba confirmadísimo: el enemigo estaba en su propio equipo y no había
dudado en mostrarlo públicamente sin ningún tapujo.
—Estamos empezando el torneo Camino Imperial, donde se decide cuál es el
mejor equipo de fútbol de secundaria del país —recapituló el comentarista—. En el
segundo partido de la zona este A, se enfrentan el Colegio Poderosa Fe y el
instituto Raimon. El resultado está cero a uno a favor de del Poderosa Fe.
¿Será capaz de remontar el Raimon?
—Estaba claro que esto pasaría. Mark, ¿por qué has dejado que ese chaval
juegue? —le recriminó Estela—. No sé qué estás esperando a que pase, pero
esperemos que suceda antes de que suene el pitido del final del partido. Si no,
estaremos jodidos.
—Pero Riccardo y los demás no dejarán que les marquen otro gol más —rebatió
Celia—. Este ha pillado por sorpresa, pero estoy segura de que empatarán e irán
a por la victoria.
—¡Sí! ¡Solo hay que esperar! —asintió Skie.
—¡Vamos, chicos, a ganar! —animó Jade.
—¡Ánimo, capitán Di Rigo!
Jade miró a Rosie, no viendo remedio a su favoritismo por el capitán.
—¡El partido se reanuda con el saque de centro del Raimon! ¡Riccardo ha
hecho un pase por sorpresa a Arion Sherwind! ¡Arion sube regateando! ¡Y ahora
un jugador del Poderosa Fe sale a robar el balón! ¡Pero Sherwind ha logrado
evitarle! ¡Sin embargo, Beyond había venido para reforzar la defensa y le
arrebata el balón! ¡El Poderosa Fe empieza a subir! ¿Decidirán usar las bandas?
¡El capitán le hace un pase largo a Ultima Nextworld!
—Dios mío, ¿qué ha sido eso? —Estela quedó impactada.
—Se ha comido de lleno el balón… —Celia estaba sin palabras.
—¿Cómo se le ha desviado tanto el balón? —Guille frunció el ceño.
—Es imposible que tenga semejante error en el pase —comentó Andrea.
—Me da a mí que eso no ha sido un error puntual… —murmuró Joss.
—Ese pase iba con efecto —dijo Einar sombríamente.
—A mí también me ha parecido verlo, pero… —Rubén no estaba del todo seguro.
—Pobre chico… —se lamentó Silvia—. Parece que tarda en levantarse.
—Normal, después de semejante pelotazo… —Saki lanzó una mirada de soslayo a
Ken.
Ken miró hacia donde estaba Victor. Lo vio sonriendo y satisfecho de
aquella jugada sucia. Pero entonces se dio cuenta y dijo:
—Se ha levantado. Estad atentos por si pasa algo parecido.
—¡Sí, capitán! —respondieron al unísono.
Silvia y Annie se miraron, encontrándolo en cierta manera gracioso.
—¡El Poderosa Fe saca de banda y el partido continúa! ¡Acme Rapture es el
encargado de sacar y se la pasa a su compañero Optimum Limbo!
—¡¿Pero qué mierda es esta?! —Andrea se levantó escandalizada.
—¡Árbitro! ¡¿No ha visto el balonazo que le ha dado a Sherwind?! —Guille le
siguió el paso.
—Oh, no… Ha dejado que se acercara lo más cerca posible para darle… —Silvia
estaba horrorizada.
—¿Dónde mierda está el árbitro? ¿Por qué coño no ha pitado falta? —Joss
estaba que quería saltar al campo.
—¿Pero qué demonios están haciendo
esos imbéciles? —maldijo Rubén.
—Joder, están haciendo lo mismo que los Caballeros Templarios —Andrea se
dio cuenta.
—¿Qué quieres decir? —preguntó Saki.
Andrea contó a grandes rasgos el juego sucio del equipo donde estaba antes
Victor durante el enfrentamiento contra el Raimon en el primer día de curso.
—¿Así es como los asiduos al Sector Quinto juegan? —murmuró Ken—. ¿Siempre
usando juego sucio?
¿Y así era como también jugaba Victor Blade a su adorado fútbol?
—No hay nada de honor en ellos —escupió
Einar en noruego.
—¡Qué jugada más peligrosa! —dijo Charley Horse en cuanto vio a JP rodar
por el suelo tras recibir un codazo de Panacea Utopia—. ¿Le sacará tarjeta?
¿Pero cómo? ¿No pita nada?
—¡Árbitro, ¿estás cegato?! —chilló Jade—. ¡Ha sido falta, hombre!
—No ha podido ver nada porque le estaban bloqueando —explicó Skie.
—¿Bloqueando?
—Cada vez que hacen una jugada violenta, siempre hay un jugador cerca que
se encarga de bloquear la vista del árbitro.
—¡¿Pero qué son?! ¡¿Tramposos profesionales?! —gruñó Jade.
—¿Y todo esto el público no lo ve extraño? Ya son unas cuantas faltas
bastante peligrosas y no ha habido ninguna intervención —Estela miró a Celia—.
¿Tan imbéciles son? ¿No hay protestas?
—Me temo que la calidad del arbitraje en el fútbol juvenil no es tan buena
como en las ligas profesionales —se lamentó Celia.
El juego sucio siguió sin que el árbitro se diera cuenta. Todos los
jugadores del Raimon fuera recibiendo de lo lindo, balonazos, empujones y
entradas durísimas. En una de esas entradas, Gabi tuvo un mal aterrizaje y
terminó arrodillado en el césped.
—¡Gabi! —Estela se levantó, asustada al ver su expresión de dolor.
—¡Es increíble cómo se está desarrollando este partido! ¡Los jugadores del
Raimon han sido derribados por el juego duro del Poderosa Fe! ¡Atención, sale Samguk,
el portero!
Estela no lo aguantó más y se fue a encararse con los demás árbitros,
gritándoles que cómo no podían ver el estado lamentable en que estaban dejando
a sus chicos por el juego sucio.
—¡¿Acaso no ha visto eso de ahora?! ¡Le ha metido tal pelotazo que lo ha
estampado contra el palo de la portería! ¡Hagan algo, maldita sea!
—Señorita, vuelva a su banquillo o tendré que expulsarla del campo.
—¡Eugene! —gritó Celia al ver que también recibía otro balonazo.
—¡Pero bueno! ¡¿No lo están viendo?!
—¡Riccardo! —exclamó Rosie, tapándose los ojos al ver que también le
pegaban a él.
A Estela terminaron por cruzársele los cables y empezó a chillarle a todos
los árbitros, creando un escándalo.
—Mirad, Arion se ha levantado —Andrea miraba con miedo al chaval.
—Dios mío, le van a dar otro balonazo y ni se van a inmutar… —se lamentó
Guille.
—¡Arion!
Rubén y Silvia se pusieron de pie.
—Deja que baje al campo, que le arranco esa coleta que tiene al niñato ese —Rubén
estaba siendo retenido por Einar.
—Mira, se levanta de nuevo —Einar le informó.
Annie tuvo que apartar la mirada al ver que la pelota se estampaba contra
la cara del chico. Saki estaba temblando de la impotencia. Joss intentaba no
bajar ella misma al campo y matar ella misma a los árbitros. Ken miraba con
gesto serio todo lo que sucedía.
—Ese chico no se rinde nunca… —Ken se asombró ante la resistencia de Arion—.
¿Eh? ¿Victor…? —abrió desmesuradamente los ojos.
—¿Qué está haciendo? —Saki había cogido fuertemente la manga de su novio.
Y ante la incredulidad y horror de Saki y Ken, Victor le metió un trallazo
con todas sus fuerzas al abdomen de Arion. El novato quedó tirado en el suelo. Incluso
los del Poderosa Fe se sorprendieron de ese acto impulsivo de Blade.
Pero Arion se levantó de nuevo, irritando de sobremanera a Victor. Entonces
el entrenador del Poderosa Fe sonrió y le hizo una señal al capitán.
—¿Le han dado el balón? —se sorprendió Annie.
—¿Qué está pasando? —Einar, como todos los demás, no entendía ese pase del
capitán rival.
—¡Arion! —el grito de Silvia estaba lleno de miedo.
—¿Qué cojones ha sido esa entrada? —Joss estaba en shock.
—Estaba yendo hacia su pie… —Guille se dio cuenta—. No iba a por el balón,
sino a por el pie de Arion.
—¿Entonces quería romperle la jodida pierna al chico? —Andrea no quería
creérselo.
—¡Arion, cuidado! ¡No sigas! —le advirtió Rubén en vano.
Porque en ese momento, Infinity Beyond se lanzó a por su pierna.
—¡No! —Silvia se tapó los ojos.
--------------------------------------------------------------------------------------------------------
Por fin el Poderosa
Fe ha demostrado de qué pasta está hecha y las maneras de jugar que tienen. Y todo
por seguir las órdenes del Sector Quinto. Sin embargo, una sorpresita más
desagradable les queda por descubrir a los del Raimon: Espíritus Guerreros. Y no
solo uno. ¿Seguirán los del Raimon mirando hacia otro lado y dejando pasar esas
injusticias? ¿O por fin reaccionarán?
Si lo queréis
averiguar, no os perdáis el próximo capítulo: EL CAMBIO DE RUMBO
¡¡¡Esto es fútbol
al rojo vivo!!!
Capítulo más corto de lo normal, pero era necesario xD
Comentarios
Publicar un comentario
—Intentaré responder a todos los comentarios.
—Nada de comentarios ofensivos. Si no, los borraré.
—Nada de spam, a menos que quieras dejar tu blog.
Gracias por vuestra colaboración y comentarios/opinión ^_^