DECIMOCUARTO ESPECIAL DE NAVIDAD
Estaban en un karaoke. Yuuto miraba con aburrimiento por toda la habitación
reservada. Un gran número estaba haciendo el paripé delante del karaoke
propiamente dicho, otra gente estaba disfrutando del espectáculo y grabándolo
todo para la posteridad y la otra estaba más pendiente del tonteo entre los
integrantes.
La rubia hubiera preferido no estar un miércoles por la noche en un karaoke
con sus compañeras de club y los del equipo masculino, pero había sido
arrastrada irremediablemente por su capitana. Si no amara tanto el fútbol,
habría pasado olímpicamente de apuntarse al club de fútbol de la universidad.
A lo lejos, Edgar charlaba amablemente con unas cuantas compañeras. El snob
era muy snob y no podía hacer el feo de rechazar una conversación tranquila y
amena en un jodido karaoke con gente berreando canciones. Casi nadie sabía que
estaban saliendo. Yuuto lo prefería así. Sería el centro de atención si todos
supieran que su novio era Edgar Partinus, ese bombonazo de melena azul y
jugador de fútbol.
Yuuto sonrió en cuanto vio la mirada de sufrimiento que le lanzó su novio.
Que se jodiera, por ser tan guapo.
—¡Pero bueno…! ¿Qué está haciendo la mejor portera del equipo femenino de
Surrey? ¿Por qué tan sola?
—Que no te oigan si no quieres quedarte sin huevos, Clegg —le bufó al
capitán del equipo masculino—. Ya sabes que no acepto halagos de desconocidos.
—Pero vamos, Takagi, no seas así —le dio un empujón juguetón—. No somos
desconocidos. Y sabes que yo solo tengo ojos para ti, rubia.
—Pues eso me preocupa. ¿Y sabes por qué? Porque no me gustaría que te
quedaras sin ojos por mirarme demasiado —sonrió de medio lado.
La rubia portera disfrutó de la momentánea sorpresa. Entonces giró la cara
mientras Tim Clegg empezaba uno de sus múltiples monólogos. Nunca tenía ni idea
de lo que trataban. Se entretuvo viendo cómo su novio miraba disimuladamente
hacia donde estaban ellos.
¿Edgar Partinus estando celoso? Siempre había pensado que sería al revés.
Yuuto salió de su ensoñación cuando el barullo de sus compañeros empezó a
hacerse insoportable. Miró a su alrededor y vio que uno de ellos estaba
haciendo el idiota con una rama de muérdago. Lo ponía indistintamente sobre las
cabezas de los universitarios y todos animaban a que las dos personas
compartieran un beso. En cuanto la dichosa rama estuvo sobre su cabeza y la del
idiota de Clegg, fulminó al graciosillo con la mirada.
—De esta no te libras, Minns —le escupió, intentando alcanzar el muérdago.
—¡Beso, beso!
—¡No seas tan remilgada, Takagi! ¡Dale un pico! —exclamó Minns con una
sonrisa estúpida, esquivándola.
Clegg se levantó envalentonado, mirando con diversión a Yuuto. La japonesa
estaba a punto de hacerle el Super Puño Invencible en los huevos del estúpido
capitán si seguía con esa idiotez.
—Caballeros, dejadla en paz —intervino Edgar—. ¿No veis que la señorita no
quiere hacerlo? No podéis obligarla.
—Oh, vamos, ¿obligarla? Pero si nos estamos divirtiendo un poco, eso es
todo. ¿Verdad que sí?
Los demás asintieron, pasándose por el forro las pocas ganas que tenía
Yuuto de hacer aquella tontería.
—Vamos, Yuuto, es solo un beso.
—Pues entonces que sea en la mejilla.
Tim Clegg le indicó su mejilla con el índice y se la puso en bandeja. Yuuto
reprimió las ganas de encajarle un puñetazo, pero tampoco quería amargar la
velada a los demás. Era mejor que empezara la retirada estratégica.
Pero entonces Edgar Partinus se le acercó demasiado y la besó debajo del
muérdago que sujetaba Minns, dejando a todos alucinados.
Yuuto: *envía un
vídeo*
Estela: hostiaaaaa
Caleb: Madre mía
con la rubia, liándose en pleno karaoke con su novio
Saki: ¡Así se hace!
^^
Yuuto: NO HE SIDO
YO QUIEN LO HA ENVIADO, MALDITO EDGAR, QUE ME HA PILLADO EL MÓVIL
Sakura: y entonces
cómo consiguió el vídeo?
Sue: Seguro que se
lo pasaron
Yuuto: Exactamente.
Enciam lo subieron a las redes soicales los muy cabrones :v
Guille: Parpadea si
ves doble, qué manera de escribir, por favor :v
Yuuto: Y ahora toda
la universidad de Surrey sabe que estamos saliendo.
Tori: ¿Eso es malo?
Yuuto: MUCHÍSIMO.
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